Un año de dos gobiernos. Hugo Presman
Se ha cumplido el primer año del gobierno de Cristina Fernández y Mauricio Macri. Con recorrido diferentes. Con apoyos diferenciados. Con resultados antagónicos. Dos proyectos desarrollados en ámbitos geográficos de distinta envergadura y que por momentos se superponen. Que recorren el presente con la mirada en el 2009 y fundamentalmente en el 2011. Más allá del bicentenario. Mucho tiempo sobre un escenario tormentoso que no deja superficie del planeta sin afectar.
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EL PRIMER AÑO DE CRISTINA FERNÁNDEZ.
Es posible que los caminos recorridos no fueran los deseados originalmente. La idea primigenia fue un gobierno de acercamiento con algunos de los sectores lastimados, heridos otros, durante los cuatro años del gobierno de Néstor Kirchner. Mejoramiento de la relaciones con la Iglesia, ampliación de las relaciones con los empresarios, acortamiento de las distancias con los EE.UU, restablecimiento de los lazos con la oposición, mayor prolijidad en los procedimientos institucionales..Casi todo naufragó en la notable ofensiva que el establishment y sus brazos mediáticos iniciaron desde el 10 de diciembre del 2007, con la mano involuntaria de los variados errores del gobierno. No se conocen antecedentes históricos de la presión ejercida sobre un gobierno elegido con más del 45% de los votos, desde su mismo inicio. Eso comenzó con un hecho oscuro como la ya famosa valija de Antonini, pero muy funcional a un ataque norteamericano contra Hugo Chávez y esmerilamiento del nuevo gobierno argentino. Continúo con la reacción a una medida correcta pero inoportuna como fue la resolución 125. Al principio fue una mera medida de carácter impositivo con escasa incidencia para el gobierno y los sectores involucrados que derivó en una lucha ideológica sobre el poder y el papel del Estado en la economía y la distribución del ingreso. La idea de Néstor Kirchner de que el conflicto agropecuario sería el punto fundacional del gobierno de Cristina como lo fue en su momento para él, el acto en la ESMA o la designación de la Suprema Corte llevó a plantear el tema de las retenciones, desde un principio, como un todo o nada. No se percibió que la forma de encararlo no dejaba resquicios para un acuerdo, dado que los habituales poco convocantes sectores agropecuarios recogieron el apoyo de las clases medias urbanas que se habían manifestado contra Cristina en las elecciones del 27 de octubre del 2007 y que en general le pasaban facturas por aciertos del gobierno. A eso se sumaron torpezas comunicacionales, y la carencia de buenos expositores para explicar el incremento de las retenciones. El gobierno fue el único que flexibilizó sus posiciones, mejoró considerablemente la propuesta original y sin embargo quedó como el inflexible en la opinión pública domesticada por una cadena televisiva privada sesgada a favor del prolongado y despiadado lockout, que transmitía casi ininterrumpidamente las 24 horas. Es cierto también que intentó explicar sobre la marcha y falsamente el destino de los fondos del incremento de las retenciones. El objetivo original fue mejorar la posición de las reservas ante la envergadura de la crisis internacional que se divisaba..Lo cierto fue que por primera vez el justicialismo fue superado en las concentraciones callejeras como un prólogo a la votación desfavorable en el Senado en manos, además, del propio vicepresidente..El gobierno de Cristina quedo grogy y contra las cuerdas, mientras se aceleraba el proceso inflacionario que era minimizado desde el INDEC y exagerado funcionalmente desde los medios y los intereses concentrados, que eran por otra parte, los principales culpables y propulsores de la inflación..En medio quedó el proyecto del tren bala, que inoportuno en función de la situación general de los ferrocarriles no debe ser descartado para tiempos mejores..La idea original de congraciarse con los sectores del establishment internacional empezó a consumarse con la promesa de pago al Club de París y los holdauts, propósito desbaratado por la crisis internacional de consecuencias imprevisibles..En medio de un desaceleramiento de la economía, de una caída del proceso inflacionario, de echarle en cara a los poderosos las recetas que recomendaban y que ellos ahora olvidan y recurren a las contrarias, lo que provocó el horror de la prensa del establishment, el gobierno reaccionó en la orientación correcta. Con audacia estatizó el sistema previsional y aerolíneas, y volvió atrás con los pagos internacionales prometidos. En lugar de adoptar medidas restrictivas como es tradicional en los traductores del neoliberalismo colonial, se sigue correctamente una línea neokeynesiana, que como es habitual también en el gobierno, es importante que no tenga falencias en su instrumentación. Hay una propensión a los anuncios y luego tardanza o inoperancia en su ejecución..Se continúa correctamente la política exterior vinculada a los nuevos aires latinoamericanos de la cual la reunión del UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) en Santiago de Chile para respaldar a Evo Morales contra el intento desestabilizador, es un hito histórico..Es preciso señalar que por méritos propios y aprovechamiento de una coyuntura internacional favorable para el país durante un lustro, los efectos financieros de la crisis son considerablemente menores que si nos hubiera afectado con la estructura de los noventa, en donde a esta altura no hubiera quedado banco en pie..Sin embargo, por reacciones tardías del Banco Central y la omisión de medidas adecuadas, en el último año hay una fuga de capitales similar a la que se perpetró durante el período previo a la implosión de la convertibilidad..A su vez el blanqueo es una medida de dudosa efectividad en cuanto al retorno de capitales dado la coyuntura internacional y lo que el Estado dejará de percibir de los juicios iniciados. Es posible que sirva para declarar los fondos que se trajeron para financiar los muy rentables negocios en estos cinco años de crecimiento a tasas chinas..Ningún proceso histórico puede analizarse por las críticas anecdóticas ni exclusivamente por la ranura de la corrupción. De manera que si se señala críticamente y se denuncia para limitarlos, los manejos pocos claros y preocupantes en varias de las áreas del gobierno, en el financiamiento de la campaña, pero se los coloca dentro de un contexto, esta administración demonizada por la mayoría de los medios y sectores de clase media urbana y rural, sigue las grandes líneas del gobierno anterior, con sus importantes virtudes y limitaciones. Contra lo señalado en el conflicto agropecuario, se prolonga y se intensifica el modelo sojero, el petróleo sigue en manos extranjeras con la preocupante disminución de las reservas y la explotación de la minería es un escándalo con un lamentable veto presidencial a la protección de los glaciares, calificado lapidariamente como el veto de la Barrick Gold..Es importante reiterarlo: el corazón del modelo ( soja y petróleo) heredado de los noventa, permanece inalterable..No se ha mejorado significativamente la distribución del ingreso, y una de las medidas que lo facilitarían como la reforma impositiva no es considerada por el gobierno. La desigualdad aumentó, entre el 10% de los que más ganan con relación al 10% de los que menos ganan..Las últimas medidas impositivas tienden a mejorar principalmente el ingreso de los sectores adversos y mucho de ellos virulentamente críticos, mientras se retrasan las que favorezcan a los sectores populares que los apoyan..Mantener un plan de jefes y jefas de hogar en $150 es una afrenta inadmisible, en momentos que inexorablemente, como consecuencia de la crisis, y más allá de positivas medidas adoptadas para evitar los despidos, la desocupación se incrementará..Está claro que el kirchnerismo es en algunos aspectos una ruptura y en otras una continuidad de la década de los noventa. Las debilidades de su construcción política tienden a poner un límite a la acentuación de las rupturas..Pero a pesar de algunas de las limitaciones señaladas, el gobierno de Cristina Fernández es profundamente progresivo si se lo compara con la oposición, mezcla de menemismo camuflado (Macri), de delirios con reminiscencias de lenguaje progre y pie en lo más conservador del establishment (Carrió) y agrupamiento de heridos varios del justicialismo en sus variantes derechosas con eje vertebrador en Eduardo Duhalde..El 2009 será un año difícil. Al cataclismo económico planetario y su incidencia en la Argentina, se suma una elección fundamental para la salud del gobierno y la posibilidad de transitar adecuadamente los dos últimos años de su período..Por errores propios, por las heridas infringidas, por los intereses afectados, por alienación de muchas franjas de los sectores medios, ideológicamente enceguecidos que los lleva a ir contra sus propios intereses, el gobierno ha incinerado una parte importante de su capital político. Avanzar, pilotear la crisis, recuperar ese capital político perdido y mejorar considerablemente su base de sustentación son tareas enormes para lo que se necesita una muñeca política que haga pie en la persuasión y en la concreción de las promesas y proyectos.
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EL GOBIERNO DE MAURICIO MACRI.
Llegó con el apoyo del 60% del electorado habiendo ganado en todos los barrios de la capital. Arribó como consecuencia de la frustración de los gobiernos progresistas, esa gran distancia entre promesas y logros. Pudo acceder a jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, aprovechando el aspecto negativo del clivaje histórico del 19 y 20 de diciembre: el mensaje de la antipolítica. Una falacia hecha carne fundamentalmente en el lugar más propicio que son las ciudades puertos. La idea que la gestión puede ser aséptica. Un elogio al instrumento, como si se pudiera escindirlo de la cabeza que determinará en que rumbo y para que será utilizado. Un canto a la ingenuidad que supone que todo aquél que aparece como “nuevo” y por afuera de la política, merece un cheque en blanco. La idea pedestre que si alguien administra una empresa, está graduado para conducir un estado..A un año de gobierno, hay un rumbo surcado por la improvisación, y la gestión parece realizada por estudiantes secundarios incorporados al mercado laboral. Nada queda de la promesa de los famosos equipos, que parecen haber sido meramente un espejismo. Presupuestos generalizadamente subejecutados, que llevan desde la suspensión de operaciones por falta, desde insumos a anestesistas, pasando por el desabastecimiento que impide la entrega de preservativos en los hospitales. Despidos realizados al boleo, calles pavimentadas reiteradamente, veredas arregladas sin el menor cuidado estético, desmantelamiento del empedrado en algunos barrios históricos como San Telmo, la ciudad convertida en un negocio inmobiliario. Escuelas que continúan en su estado de deterioro, mientras todas las falencias las atribuye a la falta de colaboración del gobierno nacional. Es evidente que este no se caracteriza por su generosidad con relación a un futuro competidor, pero de ahí a justificar las incompetencias propias con las restricciones ajenas, media una considerable distancia..Al principio de su gestión, respondiendo a parte de sus votantes, desalojó violentamente a los cartoneros en Belgrano. Avanzó sobre los gremios municipales desprestigiados, para luego negociar. Sus marchas y contramarchas se exteriorizaron en forma grotesca cuando prohibió a los chicos que cantan villancicos de la calle Florida, para luego dejarla sin efecto. Suprimió becas a los alumnos carenciados como de la Villa 31 y aumento los subsidios a los colegios privados. Como bien señala José Natanson en Página 12 del 7 de diciembre, “Macri no necesariamente tiene malas ideas…..centralizar las compras de los hospitales para bajar los precios no es una decisión intrínsecamente incorrecta, el problema es que, a la hora de diseñar soluciones y aplicarlas, el ex presidente de Boca se obstina en ignorar las condiciones sociales, políticas y culturales en las que opera. Y esto es lo que hace que planes no siempre malos se traduzcan en políticas fallidas”.Parece ser que ante la inoperancia, intenta concentrarse en cosas que se vean. Dice Natanson: “Es mucho más fácil pegar carteles y poner parquímetros que, digamos, reentubar al Maldonado, construir la autopista ribereña o mejorar el nivel educativo, aunque seguramente mucho menos importante”.Pero donde los prejuicios ideológicos se traducen en una acción entre criminal y canallesca es en el desmantelamiento de la Escuela Isauro Arancibia, cuyo nombre es en honor de un maestro desaparecido y que opera bajo la coordinación de la docente Susana Reyes. Este colegio es el único dirigido a chicos que viven en la calle. Allí estudian 120 niños y jóvenes de entre 12 y 20 años, muchos de los cuales duermen en las estaciones de Retiro, Constitución y Once. Dice la periodista Laura Vales en Página 12 del 4-12-2008: “Los alumnos del Isauro Arancibia son chicos que trabajan. Juntan cartones, abren las puertas de los taxis, reparten estampitas o hacen changas. Muchos han pasado por algún instituto de menores”. El pensamiento retrógrado se alarma por la inseguridad a la que intentan alejar con cárceles, código penal y el expeditivo gatillo fácil. Por eso esta medida de justicia y que tiende a acotar realmente la inseguridad como el Isauro Arancibia, solo lo perciben como un gasto suntuario del Estado..Mauricio Macri cumple un año de gestión desafortunada. Eso aún no se traduce en las encuestas. Cuenta para ello con medios- los mismos que se encarnizan con el gobierno nacional- ampliamente favorables. Si en este momento hubiera elecciones en la Capital las volvería a ganar ampliamente. Por el momento es de amianto. Pero si sigue alentando los fuegos de su ineficiencia, los lastres de su conservadorismo, las llamas en algún momento comenzarán a chamuscarlo, cambiando el voluble ánimo y las superficiales convicciones del electorado capitalino. Puede que sea así y lo que consideraba un trampolín para la presidencia se convierta en obstáculo. Pero la historia es veleidosa. Tal vez pegue el salto hacia el premio mayor, antes que sea derrotado por sus propios errores.