Acá no se riende NADIE

Me subleva el regodeo del establishment cuando millones nos recogemos en el dolor. ¿Qué van a gritar ahora los que siempre conspiraron contra el gobierno que hizo bajar el cuadro de Videla de Campo de Mayo? ¿“Viva la ‘muerte súbita’”? Se los advierte satisfechos con esta ayudita de la biología, de último momento. ¿Habrán brindado, una vez conocida la noticia, con un Lagarto Merlot de bodega “Cobos”? Que las acciones de las empresas argentinas subieran en la Bolsa de los Estados Unidos es un insulto al duelo general. Esperaban esta muerte. La festejan. ¿Se acuerdan de la columna de Joaquín Morales Solá, publicada el 13 de septiembre en La Nación? Estaba excitado Joaquín, por aquellos días. Muy excitado, porque comenzaba a dibujarse en el horizonte político “la finitud kirchnerista”, luego del último incidente arterial del ex presidente: “¿Qué le pasaba en su alma o en su cuerpo para meterse en batallas perdidas de antemano o para levantar, en arrolladores ataques de ira, a más enemigos de los que ya tiene?” Lo escribió así Morales Solá, matándolo en la víspera, eligiendo un tiempo verbal inadecuado, después de criticarlo por los “ataques” a Clarín, Fibertel y Papel Prensa, que es lo único que le preocupa.
Igual tono de triunfalismo, disimulado en un falso análisis sobre cuestiones de Estado, tuvo el editorial de Rosendo Fraga, publicado ayer en la edición online de La Nación, a las 11:17, cuando el cadáver de Kirchner aún estaba tibio en la Patagonia. El ex secretario privado del dictador Viola –eso es Rosendo Fraga– aconsejó a Cristina: “Tiene la oportunidad de modificar, rectificar, corregir, cambiar una serie de aspectos, estilos, orientaciones y políticas impuestas por su marido.” Y, sin dejarla siquiera llorar a su marido, entre coronas de palabras y paladas de urgentes sepultureros, agregó: “Ella ahora puede adoptar algunas decisiones que se reclaman, como tomar distancia de Hugo Moyano y terminar con su influencia.” Son voraces. No hay duelo ni tiempo para el consuelo en sus reclamos. Hay exigencia, amenaza, ultimátum hacia la representante del gobierno de la democracia.
Dos horas después, también en la edición online del diario de los Mitre y Saguier, el analista Carlos Pagni escribió: “La comparación es inexorable. Hay un líder omnipotente que ha muerto y una viuda al frente del Estado: Perón e Isabel, Kirchner y Cristina.”
¿Se puede adivinar lo que se viene detrás de estas amenazas públicas? ¿Estamos preparados? Es la pregunta que me ronda desde que comencé a escribir este editorial póstumo. Todavía no me recupero del asesinato de Mariano Ferreyra. Y ahora, esto.
Perdonen el juego de palabras, pero me sale decir que nada de lo escrito por Morales Solá, Rosendo Fraga y Pagni está definitivamente escrito. Ningún destino lo está. Mucho menos el nuestro. Los deseos de unos pocos no definen los pasos ni el ritmo de las mayorías.
Néstor Kirchner murió. La noticia es inapelable. Pasarán varios días hasta que salgamos de esta conmoción. Serán jornadas cargadas de violenta melancolía, de la que ni yo mismo voy a sustraerme. Sin embargo, un titulo posible para esta noticia inesperada podría ser “Murió un hombre, pero el proceso está vivo”. Porque lo que como sociedad venimos construyendo de 2001 para acá incluye al kirchnerismo pero, estoy convencido, también lo excede, y mucho de esto tiene que ver con sus virtudes y no con sus falencias, demonizadas hasta el hartazgo por los medios hegemónicos. ¿O acaso la mejor agenda política kirchnerista no es la que surge cuando toma la agenda social y la instala desde la cima del Estado?
Es indudable. Sin Néstor Kirchner habría sido más difícil. Sin Cristina Kirch-ner, casi imposible llegar hasta donde llegamos. Ellos son el puente entre la podredumbre de lo viejo que se desmorona y lo nuevo que estamos construyendo entre todos. Es tiempo de definir si el “modelo” –o como quiera que se llame esta Nueva Argentina que vivimos– es fruto del voluntarismo de dos personas, o si, por el contrario, es un anhelo anclado en los sueños de millones que quieren patria para todos o para nadie.
Mientras un pueblo llora, los dueños del poder y del dinero afilan sus garras para dar el zarpazo. Murmuran, ríen, se frotan las manos, porque suponen que muerto el perro se acabó la rabia. ¿Muerto Kirchner se acabó el proceso? Ni lo sueñen. Lo que la sociedad consiguió con el kirchnerismo es un piso irrenunciable. Queremos un país mejor. No uno peor. Somos más que ellos. El viento de la justicia sopla a nuestro favor. Somos más: los que no queremos que el FMI nos diga cómo manejar nuestra economía, los que vemos en las Madres y Abuelas un ejemplo de coraje y dignidad, los que saludamos que en el país haya paritarias, los que apoyamos el sistema solidario de jubilaciones, los que estamos orgullosos de la Asignación Universal por Hijo, los que pensamos que el trabajo es el mejor organizador social, los que estamos felices con la repatriación de científicos, los que no nos arrodillamos ante la mirada “empresariocéntrica” que deja a la mitad del pueblo fuera de los estándares mínimos de supervivencia, los que creemos que el Estado está a la izquierda del mercado, los que bancamos el matrimonio igualitario, los que impulsamos el reparto de las ganancias, los que peleamos por la democracia informativa y contra los monopolios, los que exigimos juicio y castigo a los genocidas.
Perdonen estas palabras sinceras pero arrebatadas, escritas a las cinco de la tarde, después de escuchar a Moyano diciendo que en el corazón de los trabajadores están “Perón, Evita y Kirchner”, con el Salón Felipe Vallese de la CGT colmado. Yo debería ser más reflexivo, menos apasionado. Pero entonces no sería yo, sería otro. Y no, soy esto, un periodista del montón que un día decidió salirse de la manada del periodismo independiente para fundar un diario como Tiempo Argentino, donde poder decir las cosas que se me antoja decir. Me llevé a marzo cinismo. Y no saben lo feliz que estoy.
Para mí no es lo mismo que la ESMA ya no sea de los marinos. Ni es igual que un presidente se haya abrazado a los pañuelos. Todavía creo que la política sirve para cambiar algo.
Y creo, por sobre todo, que cuando Magnetto, Techint y la Bolsa festejan, hay que empezar a coserse los bolsillos.
Salvo, claro, que decidamos ponernos de pie. Como cuando gozamos la fiesta del Bicentenario y le dijimos a ese otro país, chiquito y mezquino, que después de tanto relato catastrófico no iban a poder arrebatarnos la alegría.
No se equivoquen. Somos millones los que pensamos así.
Y acá no se rinde nadie.
La vergonzosa manipulación de Clarín

EL Grupo Clarín lanzó todo su poder de fuego para señalar a Moyano, en primer lugar, y a los Kirchner, por detrás, como responsables del asesinato de Mariano Ferreyra.
Clarín dinamitó todos los puentes. No con el Gobierno. Con la verdad. La manipulación es constante. La tergiversación evidente. Los títulos llegan al límite de contradecir sus propios artículos. Para Clarín vale todo.
Si gana una elección un intendente peronista cordobés, es "dura derrota de los K”. Si el mismo intendente peronista habla bien del Gobierno "fue cooptado por los K". Si Pino Solanas critica la política minera de los Kirchner es republicano, si los diputados kirchneristas apoyan un proyecto de su bloque es idiota o corrupto. Lo mismo pasa con Sabbatella o Stolbizer.
Solo se salvan de su mirada censora, el ex presidente Duhalde y sus amigos, habituales contertulios del jefe del Grupo Clarín, Héctor Magnetto. O el alcalde porteño Mauricio Macri, a quien todo se le perdona.
De todos modos, el blanco predilecto de Clarín por estas horas es el jefe de la CGT Hugo Moyano. El diario, más sus tentáculos, se esfuerza por demonizarlo a cualquier costo.
Su nombre debe estar siempre asociado a las palabras: mafia, violencia, corrupción, patotas, sangre.
Después de un acto multitudinario en la cancha de River, el fin de semana pasado, donde no se registró ningún incidente, el matutino solo pudo decir que “el tránsito era un caos” y que se habían suspendido las clases en Ciudad Universitaria. Demasiado poco, para el apetito de Clarín.
Entonces pasó lo de ayer. El feroz y cobarde asesinato de Mariano Ferreyra debía ser aprovechado por la carroña.
Mariano era del Partido Obrero. Los agresores eran de un sindicato peronista. Bingo!, cantaron en el edificio de la calle Piedras.
El clima de crispación y violencia, es culpa de los K. Y el brazo ejecutor es una patota sindical a la que hay que vincular a Moyano.
Y el operativo se puso en marcha. TN, Mitre, y Clarín.com, fueron la vanguardia de un coro que se propagó a toda carrera.
Una carrera a toda velocidad que también hizo tropezar a otros, que citaron erróneamente la fecha de una reunión de Pedraza con Duhalde. Aunque ese vínculo es real. Si Moyano es K, entonces Pedraza es D.
Las páginas 8 y 9 del diario Clarín de hoy presentan un excelente material para estudiar, por ejemplo “manipulación II”, en la maestría de periodismo de Clarín, a esta altura, con menos prestigio que estudiar magisterio en la Fundación del padre Grassi.
En la página 8, en un recuadro titula “El único 'gordo'” que fue a River”. La vista, entonces, se dirige automáticamente a la página impar que está a su lado, donde aparece, después de 8 páginas de sangre y muerte, la imagen de Moyano –en la pluma del funcional y talentoso Sabat- sonriendo, insolente y provocador. Casi elemental.
Dice allí, en esa misma página, Eduardo Van der Kooy, uno de los ideólogos del holding, que admite que José Pedraza “no está alineado con el jefe de los camioneros”. Igual Moyano y los K tienen la culpa, según su artículo.
El jueves, un día antes del acto en River, Nicolás Wiñasky dijo en Clarín que "pese a las presiones del Gobierno, los 'gordos' no irán al acto de Moyano". Y en el artículo nombraba a los rebeldes: no irían ni "Armando 'El Gitano' Cavalieri; ni Oscar Lescano ni José Pedraza".
En la crónica del acto, al día siguiente, Guido Braslavsky enumeró los presentes: "A la izquierda, en la popular Almirante Brown, se ubicaron los camioneros y la Juventud Sindical. Para que no hubiera choques entre los clásicos rivales, para la UOCRA del 'independiente' Gerardo Martínez quedó la bandeja alta de la popular de enfrente, la Centenario -la baja fue para la gente de otro 'líbero', el estatal Andrés Rodríguez (UPCN). La platea San Martín quedó para los aliados de la UOM y Smata y en el campo, más Camioneros y los taxistas de Omar Viviani. Hubo silbidos de los camioneros cada vez que se mencionó la presencia de 'los compañeros de la UOCRA'".
"En la larga mesa cabecera, Cristina y Néstor Kirchner fueron ubicados a la izquierda del anfitrión Moyano; se sentaron además los invitados Andrés Rodríguez y Gerardo Martínez; Antonio Caló (UOM), Mario Manrique (Smata), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) y los lugartenientes moyanistas José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Omar Viviani (taxistas) y Julio Piumato (judiciales). El senador José Pampuro, el diputado moyanista Héctor Recalde, y los dos únicos gobernadores presentes: Daniel Scioli (Buenos Aires) y Sergio Urribarri (Entre Ríos). De los ministros -hubo varios-, Carlos Tomada y Julio de Vido."
El ferroviario Pedraza no figura. Tranquilamente se lo puede uno imaginar entre quienes faltaron. Dice Braslavsky: "Las ausencias, previsibles: los 'gordos' de la CGT y el barrionuevismo".
Volvamos al recuadro de la página 8: "El único 'gordo' que fue a River.” Y volvamos a empezar.
Estreno. Rumbo a lo conocido: Vuelo AR-2011 / La oposición al gobierno (frag) / Guión: Hugo Presman.

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No es difícil transcribir las líneas fundamentales del discurso sobre lo que ha hecho y sobre lo que pretende realizar el nuevo gobierno. Escuchemos:
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"La Argentina está viviendo una crisis terminal.
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Casi hubiera deseado asumir después de la crisis del 2001.
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Ocho años de populismo y demagogia, de enarbolar derechos y omitir los deberes correspondientes, de proponer como paradigma la vagancia en lugar de la cultura del trabajo, nos ha llevado a la desestructuración social, a una baja de la productividad alarmante que se traduce en falta de competitividad, en un gasto público incontrolable, en la violación de los contratos que originó inseguridad jurídica y por consiguiente la caída de las inversiones.
Controles de precios, subsidios, paritarias, aumentos salariales sin el correlato de un aumento del rendimiento, han descapitalizado a las empresas.
La asfixiante presencia del Estado ha desalentado la iniciativa privada, retraído al mercado creando un clima de negocios poco propicio. Todo ello nos ha aislado del mundo y de los organismos internacionales de créditos.
En lo político se ha incentivado el odio social, se ha dividido a la familia argentina.
Se ha propuesto y ejecutado una política de enfrentamiento, eliminando el consenso y alentando la crispación lo que ha devenido que para un argentino no hay nada peor que otro argentino.
Se han dispensado subsidios como una forma de clientelismo y se ha hecho arrodillar en forma indignante a los gobernadores provinciales a través de un manejo discrecional de la caja.
El espacio público se ha convertido en tierra de nadie donde medra la delincuencia y toda protesta no conoce otra forma de instrumentación que la ocupación arbitraria de las calles.
Se ha atropellado la libertad de prensa a través del ataque irracional a diarios que siempre han sido la última trinchera ante la pérdida de libertades esenciales. Se sancionó con artimañas una ley de medios extraído de algún país latinoamericano con el cual se tuvo relaciones carnales.
Con el pretexto de una mentirosa justicia social se han jubilado millones de personas que no han realizado los aportes correspondientes.
Se han despilfarrado los recursos obtenidos de una situación excepcional, viviendo una fiesta de la cual lamentablemente ahora hay que pagar los costos.
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El Indec fue asaltado y destruido en el vano intento de ocultar los datos de una realidad penosa.
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Por todo ello el gobierno que presido, interpretando la voluntad popular, y atendiendo al estado de la economía ha concretado en estos primeros cien días:
. 1) Anulación de las jubilaciones realizadas sin las contraprestaciones correspondientes
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11) Hemos dictado, con el objeto de una verdadera reconciliación de los argentinos, una amplísima amnistía cesando inmediatamente la persecución a nuestras gloriosas Fuerzas Armadas. Se han dado por concluidos todos los juicios.

En los 265 días que aún faltan del primer año de nuestro gobierno de Unidad Nacional tenemos planeado:





¡Qe lo paió!
¡¡ Me cagadon ota vez etos uachos!!
¡¡¡Uffffa!!!
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Por sus rupturas padece la furia de sectores del establishment y de la mayoría de las clases medias.
Por sus continuidades recibe la crítica despiadada del progresismo tipo Pino Solanas y de las sectas de izquierda, que lo consideran su enemigo principal.
Es necio no reconocer 15 o 20 medidas trascendentales como
la negociación de deuda con una enorme quita,
el no al ALCA,
la política de derechos humanos,
la Corte Suprema,
la asignación universal,
la ley de medios,
la estatización de la seguridad social,
las paritarias,
el mejoramiento de la legislación laboral,
la disminución de la desocupación,
el otorgamiento de jubilaciones a quienes nunca la hubieron podido obtener,
la mayor presencia del Estado en la economía,
el alineamiento latinoamericano,
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las medidas adoptadas para sostener la ocupación en medio de la peor crisis del capitalismo, renegando de las políticas tradicionales de ajuste.
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A su vez es torpe no reconocer los errores de implementación de medidas positivas, las fallas groseras en la construcción política, la omisión de avanzar sobre la reforma impositiva, el modelo sojero y el peligro del monocultivo y la desertización, minería.
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Es obvio que cualquiera de los posibles ganadores de la oposición en el 2011, revertirá la mayoría de las rupturas y acentuará las continuidades.
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Es Martín Sabatella desde afuera del kirchnerismo el que mejor se ubica en este complejo panorama. Defiende las medidas de ruptura y las considera un piso. Desde ahí y apoyando al gobierno de los embates de sectores del establishment y sus representaciones políticas propone elevar el techo.
Es muy diferente a lo que hace Proyecto Sur que, más allá de sus declaraciones, termina siendo la izquierda del poder económico.
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Pino Solanas califica al gobierno de rederecha, con un lenguaje juvenil que desentona con su edad, mientras se abraza a Aguad, Morales, De Narváez, Carrió y Macri.
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A la hora de los hornos, a Pino le han extirpado todo lo que quedaba de su adscripción al peronismo histórico.

¡¡¡¡ buaaaa !!!!
"eta peli ya la ví y no me gutó poqe tene un final dode yoramos todos"
""ademá los atores son de útima y lo mismo de siempre""
¡¡pefiero eta qe etán dando aora qe po lo meno etamo todos en el guión!!
... y la potagonista es emosa y dice la vedá como mi mami
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jaja... eta peli del velo 2011 o 2001 es remala peo vean todo lo qe me compó mi papi pada qe la mide y no yore ...
Afganistán: La flor de la pereza.
El opio tebaico aparece mencionado ya por Homero (en la Odisea) como algo que “hace olvidar cualquier pena”, y simbolizaba la máxima calidad en toda la cuenca mediterránea.
Las Guerras del Opio fueron dos guerras que duraron de 1839 a 1842 y de 1856 a 1860 entre China y el Reino Unido motivados por el contrabando británico de opio de la India Británica hacia China y los esfuerzos del gobierno chino para imponer sus leyes contra las drogas.
El opio era producido en China desde el siglo XV, era mezclado con tabaco en un proceso inventado por los españoles, que luego fue dominado por los holandeses en el siglo XVII y generalizado de forma masiva por los británicos en el XVIII. Al observar los problemas de salud y sociales vinculados con el consumo de opio, el gobierno imperial chino lo prohibió en 1829.
La derrota de China en las dos guerras forzó al gobierno a tolerar el comercio del opio. El Reino Unido coaccionó al gobierno a firmar Tratados Desiguales, abriendo varios puertos al comercio exterior y entregándole Hong Kong a Gran Bretaña.
Tras estas guerras, a la vez que se comprobaba lo perjudicial del uso de la adormidera, todos los países comenzaron a prohibir su uso. Para fines medicinales se legisló en la Convención Única sobre Narcóticos de Naciones Unidas y otros tratados.
Como vemos, estamos ante una droga que ha sido aceptada socialmente hasta hace muy poco. Se sabe que Pedro el Grande, María Teresa de Austria, Goethe, Lord Byron, Walter Scott y Goya han sido consumidores habituales de esta sustancia y los fumaderos, algo así como clubs sociales estilo inglés donde se usaba esta droga, degeneraron en bares de mala muerte y luego desaparecieron.
El mayor exportador de opio y sus alcaloides (morfina, codeína, heroína y otros) lo tenemos en Afganistán, con 3/4 partes de la producción mundial. La economía Afgana depende de la ayuda internacional y del cultivo ilegal de opio. Se calcula que el negocio de la droga da trabajo a 2,3 millones de afganos (de una población de 29 millones de habitantes, de la cual hay más del 30% en el paro y más del 70% viviendo bajo el umbral de la pobreza) y genera el 60% del producto nacional bruto del país. Estamos, por tanto, en un narco-estado de hecho.
Se presenta un problema ¿cómo vas a un país hundido en la miseria no sólo por la guerra a explicar a personas analfabetas que tienen que destruir su mayor fuente de ingresos porque están prohibidos y los grupos terroristas se están financiando con esto (señores de la guerra)?
La solución la han encontrado en la legalización mediante el otorgamiento de licencias para producir, con fines medicinales, esta sustancia y comerciar con ella con el resto de países. Asimismo, se están pagando por cultivos para que se destinen a otra cosa, como campos de entrenamiento militares y zonas donde probar nuevas armas.
Yo no sé porqué algunos han clamado al cielo por esta medida, pues no tiene nada que ver la legalización de cultivos para la producción, con fines medicinales, con que se permita o no se permita EL CONSUMO y el tráfico ilegal.
En Afganistán tienen que vivir de algo y esto no tiene porque tener ninguna consecuencia nueva. En Afganistán ya hay miles de yonkis que consiguen la droga por unos céntimos y en España, por poner un ejemplo, hay también productores LEGALES de opio con fines medicinales y la heroína llega, más cara y de peor calidad, de Afganistán.
El consumo de heroína en Afganistán se ha duplicado en los últimos 5 años pero, tal y como señalan los propios consumidores en un informe de la ONU, comenzaron a drogarse como huida ante la penuria y crueldad de la guerra. En algunas áreas, los drogadictos dan opio a sus hijos para calmarlos, dijo el informe. Sin duda, el bajísimo precio de esta droga también debe favorecerlo.
Entonces, que será mejor ¿metemos más pobreza, penuria y crueldad o le creamos un mercado legal para que puedan salir adelante que provoque una disminución del comercio interno ilegal que a su vez tensione al alza los precios?
EL PAPEL DE LA TELEVISIÓN Y LA TELEFONÍA CELULAR EN LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDADES HOMOERÓTICAS
Más allá del homofaber y homosapiens de Edgar Morin[2] donde se despliegan las habilidades técnicas e intelectuales que caracterizan al sujeto humano, estamos asistiendo al surgimiento del homomediaticus, donde la vida de este sujeto se contextualiza en un ambiente de protagonismo de los medios y tecnologías de la información que imprimen un sello particular al intercambio social.
Para Mabel Piccini[3] se trata de una crisis donde las formas en que habitualmente nos veníamos relacionando los unos con los otros, ceden el paso a nuevas maneras donde el espacio y el tiempo se alteran y donde los medios de comunicación juegan un papel central en dicho cambio.
Uno de los temas centrales en la tesis de Piccini, desde mi punto de vista, es el tema de las identidades. La autora hace una importante vinculación entre identidad y territorialidad, y sugiere que en la construcción y producción de las subjetividades. el entramado intersubjetivo que las sostiene se erige precisamente a partir del dispositivo espacial[4] que funda y reúne a los diferentes grupos. En otras palabras, el histórico binomio identidad-territorio productor de identidades, está en crisis. Lo que provoca el protagonismo de los medios de comunicación y de las tecnologías de la información es, precisamente, un cuestionamiento a la estabilidad del territorio, obviamente, de la manera en que tradicionalmente hemos pensado el territorio como espacio privilegiado de las relaciones sociales[5].
Y precisamente, parte fundamental de las relaciones sociales y de la producción de identidades, son aquellas instancias que se fundan a partir del sexo biológico y de los atributos que se le asignan a machos y hembras y que varían de sociedad en sociedad, en tanto construcción social. Por supuesto me refiero a la manera en que la materia prima biológica se ha convertido en mercancía de cambio para cubrir necesidades creadas instaurando un mercado de consumo que regula las relaciones entre los sujetos[6].
Es el erotismo, sublime y aterrante construcción humana que deviene de la instancia biológica, una de las más finas expresiones que los sujetos pueden consumir. El erotismo como institución íntima que norma y regula el intercambio libidinal de las parejas que se colocan en el escenario del imaginario colectivo, un orden de subjetivación del rol hombre- mujer y sus figuras equivalentes mujer-mujer. hombre-hombre[7]. “La moral adquiere en este provecto, una cierta hermenéutica encargada de la vigilancia y del cumplimiento de las normas, que también usa y traduce el bagaje cultural heredado, para culpar y cimentar en el sujeto las piedras monumentales de los tabúes y atavismos que ocupan la conciencia[8].”
El Eros se proyecta y se expande por todas partes, ha invadido hasta las realidades virtuales de los foros de pláticas en la Internet y de los mensajes multimedia de la telefonía celular. Se apodera de las emisiones televisivas y atrapa a los sujetos a sabiendas de que “la atracción erótica es fuente de complejidad humana[9].”
Las identidades se trastocan, se flexibilizan, encuentran nuevos territorios para emerger y derriban las barreras territoriales desafiando las dimensiones del tiempo y el espacio. La comunidad, entonces, no es más el espacio privilegiado para moldear las subjetividades o, al menos el único. La telefonía celular y la Internet se despliegan como los nuevos territorios sobre los cuales se construyen las redes intersubjetivas que la comunidad de origen jamás permitiría extender[10], y es a través de las técnicas y los medios de comunicación que los sujetos construyen realidades alternas sobre las cuales puedan descargar sus mas íntimos impulsos.
Existe además, una estrecha relación entre los diferentes medios que permite una creciente interactividad de los usuarios con la información y entre los mismos usuarios y” es precisamente desde, en y a partir de la comunicación, como se erigen y manifiestan, intercambian, producen y sucumben las identidades[11].”
Algunos jóvenes[12] que tienen sexo con otros hombres, hoy más que nunca, son ejemplos de esas identidades precarias que menciona Martín Barbero[13],’’ identidades trastocadas y transformadas al ritmo de la duración de los referentes: hoy soy, mañana quien sube...
Otra de las características que representa a este grupo de jóvenes, es que han optado por identidades amalgamadas más que unitarias, identidades que les permiten la funcionalidad e identificación con sus lugares de origen, pero que, al mismo tiempo, les permite soñar con otras maneras de ser. Y el soñar no como mero acto onírico sino como el acceso al espacio virtual que les permite verter su subjetividad sobre entramados intersubjetivos que sus lugares de origen ni siquiera contemplan.
La mayoría de estos jóvenes, coincide con una misma categoría identitaria, categoría pivote que les permite la identificación con su comunidad pero al mismo tiempo les da acceso a nuevas realidades. Tal categoría es la de hombre. Nadie en su comunidad podría dudar de su masculinidad si ellos se erigen como hombres, sin embargo, la misma categoría toma otro sentido cuando estos jóvenes utilizan su teléfono celular, donde hombre significa la posibilidad y disposición para verter sensualidad, ternura y erotismo sobre otro hombre. Por el contrario, en sus comunidades hombre significa la posibilidad de acceder al mundo adulto siendo cabezas de familia[14].
Dichas identidades se construyen a partir “de desniveles temporales, de no contemporaneidades, a la vez que de gestos atávicos e ingredientes posmodernos, de residuos profundamente propios y de elementos profundamente modernos que vienen de otros espacios[15].”
Existe entonces, según Orozco, una dialéctica entre esas visiones sociales de los medios y de las propias sociedades audiencias, y la construcción fragmentaria, efímera y precaria de identidades. Tal dialéctica, permite, que la subjetividad de un sujeto funcione como crisol de códigos modernos y códigos tradicionales y que se extienda a través de redes intersubjetivas que, cada vez menos dependen de la territorialidad y que se expanden sobre la virtualidad de los medios, lo que a su vez permite, que coexistan diferentes voces en esta nueva reconfiguración.
La tecnificación de la vida cotidiana, para estos jóvenes, incide en sus modos de estar y de pensarse, al reconfigurar las fuentes de donde se obtiene la información para la actuación social y la distracción para llenar el tiempo libre.
La categoría Gay de las grandes urbes[16] no tiene sentido para ellos, es una categoría que no pueden traducir en su lugar de origen, con la cual en términos psicoanalíticos no pueden identificarse, pero en cambio. pensarse corno hombres les permite el desenvolvimiento en diversas esferas de la realidad, incluyendo por supuesto el asumirse como hombres que tienen sexo con otros hombres.
La pertenencia territorial, desde mi punto de vista, no ha dejado de ser importante para la construcción de las identidades aunque ciertamente no es el único factor que interviene en la constitución de éstas. Ahora, los medios de comunicación y las diferentes tecnologías de la información tienen un papel protagónico, sin embargo, el papel activo del sujeto en cuanto a la decodificación de los mensajes evidencia que la pertenencia territorial ejerce un peso importante al momento en que un sujeto se define y significa. Para estos jóvenes, que seguramente se han expuesto a la subcultura gay de las grandes urbes[17], no les resultaría funcional el incorporar elementos de tal subcultura, al menos no, como se les presenta. Al no existir la mínima posibilidad de identificación con tal subcultura, mucho menos se puede pretender que existan redes intersubjetivas que la sustenten, simplemente lo gay, como los habitantes de la ciudad lo podernos referir, no existe en aquellas ciudades. La información, entonces, se fragmenta, se decodifica y se incorpora en función de la territorialidad.
Me atrevo a afirmar entonces, que para la constitución de las identidades, al menos para estos jóvenes, los medios de comunicación y la territorialidad son escenarios de mediación y que ninguno de lo dos, impacta como aguja hipodérmica a los sujetos, sino que son éstos los que traducen o interactúan[18] con los mensajes a los que se ven expuestos. Las identidades pues, “están siempre en proceso de construcción. redefiniéndose en el curso de la acción[19]”.
Para Piccini (1996) existe una marcada declinación de la vida pública y de los modos tradicionales de convivencia. Sin embargo. creo yo, que en el caso que nos compete las tecnologías de comunicación a distancia ayudan a estos jóvenes a preservar su tradición, ya que el territorio virtual que se les ofrece les permite interactuar con otros/semejantes sin romper con la tradición de su entorno. Obviamente en el presente. Sería interesante revisar si se presentan o no. cambios importantes dentro de algunos años.
Así que si para Piccini las tecnologías de comunicación a distancia promueven el abandono de espacios colectivos de convivencia, para mí, promueven la creación de nuevos espacios de convivencia, no del modo tradicional, pero al menos son espacios de ruptura y resignificación que permiten de algún modo y en algún momento en la vida de estos jóvenes el no irrumpir de manera violenta en la escena tradicional de sus comunidades. Espacios virtuales que les permiten verter su subjetividad sin el temor de la segregación.
Así mismo, no necesariamente significa el repliegue de los ciudadanos a la vida privada, sino el surgimiento de una nueva clase de sujeto[20] que puede ejercer su ciudadanía en el ciberespacio. Quizás estamos presenciando un nuevo orden político, jurídico y social. donde el territorio geofísico no sea el determinante “natural” de los derechos, tanto en su practica como en su concepción.
Ahora, se podría considerar este fenómeno como un proceso velado de exclusión/discriminación. Ciertamente concuerdo con lo expuesto por Watney (1995) cuando sostiene .: la categoría homosexual es una de las categorías más controversiales, complejas y dinámicas en cuanto a lo procesos de significación y exclusión. Al homosexual se le puede considerar enfermo, loco, criminal y ahora vemos que se le confina a los espacios virtuales, alejándolo de las plazas públicas. No disiento por completo. sin embargo, el hecho de que estos jóvenes puedan verter su subjetividad en redes intersubjetivas no ligadas a la pertenencia territorial, más que efectos negativos, ofrece la posibilidad de explorar, virtualmente si se quiere. una parte de su identidad con los beneficios que esto conlleva.
Se le podría considerar entonces, como un resquicio de autonomía al poderse librar también, de las representaciones sociales hegemónicas de la homosexualidad. Para estos jóvenes, la sexualidad no tiene que enmarcarse dentro de las categorías socialmente disponibles, estamos presenciando pues, una nueva forma de ser sujeto.
García Canclini (1996) sostiene que los medios de comunicación contribuyen a reproducir, más que a cambiar, el orden social. En efecto, dice él “un descubrimiento que se confirma en varias investigaciones de los últimos años es que la prensa, la radio y la televisión tienen una función de mimesis, de complicidad con las estructuras socioeconómicas y con los lugares comunes de la cultura política.”[21] Y las ciudades según las imaginan los medios, son los lugares donde los cambios sucumben ante la normalidad, pero, la telefonía celular y la Internet, de alguna manera dan cabida a un sin fin de discursos e ideologías, son espacios privilegiados de democratización y un ejemplo, son las acciones de estos jóvenes en cuanto a verter su erotismo sobre otros sujetos similares a ellos. Los mensajes elaborados por los mismos sujetos, no exentos de ideología, permiten la reapropiación crítica de las representaciones mediáticas, son un espacio privilegiado de hegemonía. “En la sociedad hay una lucha permanente por la hegemonía, que pasa por la disputa entre campos (en el sentido de Bourdieu) “dueños” y administradores de un capital social objetivado en discursos, instituciones y prácticas que tienen como finalidad el impulso y la legitimación de ciertas concepciones del mundo.”[22]
En efecto, y en concordancia con lo expuesto por Brunner y Catalán (1996) sobre la televisión me permito hacer lo mismo en referencia a la telefonía celular atreviéndome a decir que ésta permite tener un contacto máximo con la contemporaneidad, rompiendo la subordinación de la cultura popular a la alta cultura. La telefonía celular permite el establecimiento de nuevas relaciones sociales, al cambiar los puntos de acceso tradicionales a la cultura.
En el presente caso, la interdependencia de la televisión con la telefonía celular, más allá de verse como una interdependencia redituable en términos económicos y accesible por las ganancias que produce lo cual es tema de otro ensayo en si, permite también pensar en una simbiosis con una modalidad más crítica, donde, como dice García Canclini (1996) “tendremos no sólo ciudadanos imaginados por los medios, sino medios imaginados por los ciudadanos.”[23]
Para estos jóvenes, tal simbiosis representa un espacio privilegiado de hegemonía y resistencia donde “el sexo no tiene ninguna norma ni regla intrínseca que pueda formularse a partir de su propia naturaleza.”[24] Promueve un nuevo concepto de democracia cuando hablamos del derecho a controlar nuestros cuerpos, un resquicio de democracia y libertad construidos en escenarios alternos a las plazas públicas. Es momento de confrontar realidades diversas sin enjuiciar, pues “a medida que la sociedad se hace más compleja, es probable que los esquemas de necesidades y relaciones sexuales individuales sean cada vez más exóticos. Tal vez ahora sea el momento de reconsiderar las necesidades y aspiraciones individuales y las políticas sociales que puedan satisfacerlas; reflexionar sobre el equilibrio adecuado entre placeres privados y políticas públicas.”[25]
Pueden, entonces, los medios de comunicación potencializados en su interdependencia, ser un espacio privilegiado que promueva una aceptación genuina del pluralismo moral y con una modalidad más crítica, dejar que los sujetos naveguen por realidades alternas recuperando en sus ganas lo que alguna vez les fue arrebatado.
BIBLIOGRAFÍA
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Weeks, J. (2000), Sexualidad, Paidos, México.
[1] Orozco, 1997.
[2] Morin, 2003.
[3] Piccini, 1996.
[4] Habla por supuesto, del territorio físico y los imaginarios que se construyen en torno e éste.
[5] Recordemos que el sujeto según Morin, se estructura necesariamente en la interacción o mediación con otros sujetos.
[6] Gayle Rubin, 1979
[7] O la “trieja” de Manuel Bermúdez.
[8] Villamil, 1996, pp. 34-35.
[9] Morin, 2003, p. 45.
[10] Es semejante al fenómeno de las migraciones. La gente tiene que abandonar su lugar de origen para encontrar la promesa anhelada en un sitio ajeno.
[11] Orozco, 1997, p. 382.
[12] 18-25 años, varones que pueden acceder a la televisión por cable y a la telefonía celular, que viven en el interior de la República Mexicana.
[13] Barbero, 1986.
[14] La mayoría de estos jóvenes ni siquiera cuestiona la posibilidad de renunciar al matrimonio, es una eventualidad que tarde que temprano les alcanzará.
[15] Barbero, 1986.
[16] Resulta curioso que son los habitantes de la Ciudad de México. Guadalajara y Monterrey los que en su mayoría utilizan la categoría gay para “ligar” o buscar amigos: en contraparte la mayoría de la gente del interior la República utiliza las categorías hombre, chavo, chico o niño.
[17] El ver programas hechos en las grandes urbes los expone a dicho contenido.
[18] Piaget sostiene que la construcción de conocimiento se da a través de la interacción.
[19] Reguillo, 1995, p.119.
[20] Homomediaticus.
[21] P. 20.
[22] Reguillo, 1997, p. 21.
[23] P. 23.
[24] Foucault, 1979, p.149.
[25] Weeks, 2000, p.122.












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