Afganistán: La flor de la pereza.
~El opio comenzó a usarse desde el Antiguo Egipto, donde muchos jeroglíficos mencionan el jugo que se extraía de estas cabezas (el opio) y lo recomiendan como analgésico y calmante, tanto en pomadas como por vía oral y rectal. Uno de sus empleos reconocidos, según el papiro Ebers, es “evitar que los bebés griten fuerte”.
El opio tebaico aparece mencionado ya por Homero (en la Odisea) como algo que “hace olvidar cualquier pena”, y simbolizaba la máxima calidad en toda la cuenca mediterránea.
Las Guerras del Opio fueron dos guerras que duraron de 1839 a 1842 y de 1856 a 1860 entre China y el Reino Unido motivados por el contrabando británico de opio de la India Británica hacia China y los esfuerzos del gobierno chino para imponer sus leyes contra las drogas.
El opio era producido en China desde el siglo XV, era mezclado con tabaco en un proceso inventado por los españoles, que luego fue dominado por los holandeses en el siglo XVII y generalizado de forma masiva por los británicos en el XVIII. Al observar los problemas de salud y sociales vinculados con el consumo de opio, el gobierno imperial chino lo prohibió en 1829.
La derrota de China en las dos guerras forzó al gobierno a tolerar el comercio del opio. El Reino Unido coaccionó al gobierno a firmar Tratados Desiguales, abriendo varios puertos al comercio exterior y entregándole Hong Kong a Gran Bretaña.
Tras estas guerras, a la vez que se comprobaba lo perjudicial del uso de la adormidera, todos los países comenzaron a prohibir su uso. Para fines medicinales se legisló en la Convención Única sobre Narcóticos de Naciones Unidas y otros tratados.
Como vemos, estamos ante una droga que ha sido aceptada socialmente hasta hace muy poco. Se sabe que Pedro el Grande, María Teresa de Austria, Goethe, Lord Byron, Walter Scott y Goya han sido consumidores habituales de esta sustancia y los fumaderos, algo así como clubs sociales estilo inglés donde se usaba esta droga, degeneraron en bares de mala muerte y luego desaparecieron.
El mayor exportador de opio y sus alcaloides (morfina, codeína, heroína y otros) lo tenemos en Afganistán, con 3/4 partes de la producción mundial. La economía Afgana depende de la ayuda internacional y del cultivo ilegal de opio. Se calcula que el negocio de la droga da trabajo a 2,3 millones de afganos (de una población de 29 millones de habitantes, de la cual hay más del 30% en el paro y más del 70% viviendo bajo el umbral de la pobreza) y genera el 60% del producto nacional bruto del país. Estamos, por tanto, en un narco-estado de hecho.
Se presenta un problema ¿cómo vas a un país hundido en la miseria no sólo por la guerra a explicar a personas analfabetas que tienen que destruir su mayor fuente de ingresos porque están prohibidos y los grupos terroristas se están financiando con esto (señores de la guerra)?
La solución la han encontrado en la legalización mediante el otorgamiento de licencias para producir, con fines medicinales, esta sustancia y comerciar con ella con el resto de países. Asimismo, se están pagando por cultivos para que se destinen a otra cosa, como campos de entrenamiento militares y zonas donde probar nuevas armas.
Yo no sé porqué algunos han clamado al cielo por esta medida, pues no tiene nada que ver la legalización de cultivos para la producción, con fines medicinales, con que se permita o no se permita EL CONSUMO y el tráfico ilegal.
En Afganistán tienen que vivir de algo y esto no tiene porque tener ninguna consecuencia nueva. En Afganistán ya hay miles de yonkis que consiguen la droga por unos céntimos y en España, por poner un ejemplo, hay también productores LEGALES de opio con fines medicinales y la heroína llega, más cara y de peor calidad, de Afganistán.
El consumo de heroína en Afganistán se ha duplicado en los últimos 5 años pero, tal y como señalan los propios consumidores en un informe de la ONU, comenzaron a drogarse como huida ante la penuria y crueldad de la guerra. En algunas áreas, los drogadictos dan opio a sus hijos para calmarlos, dijo el informe. Sin duda, el bajísimo precio de esta droga también debe favorecerlo.
Entonces, que será mejor ¿metemos más pobreza, penuria y crueldad o le creamos un mercado legal para que puedan salir adelante que provoque una disminución del comercio interno ilegal que a su vez tensione al alza los precios?
El opio tebaico aparece mencionado ya por Homero (en la Odisea) como algo que “hace olvidar cualquier pena”, y simbolizaba la máxima calidad en toda la cuenca mediterránea.
Las Guerras del Opio fueron dos guerras que duraron de 1839 a 1842 y de 1856 a 1860 entre China y el Reino Unido motivados por el contrabando británico de opio de la India Británica hacia China y los esfuerzos del gobierno chino para imponer sus leyes contra las drogas.
El opio era producido en China desde el siglo XV, era mezclado con tabaco en un proceso inventado por los españoles, que luego fue dominado por los holandeses en el siglo XVII y generalizado de forma masiva por los británicos en el XVIII. Al observar los problemas de salud y sociales vinculados con el consumo de opio, el gobierno imperial chino lo prohibió en 1829.
La derrota de China en las dos guerras forzó al gobierno a tolerar el comercio del opio. El Reino Unido coaccionó al gobierno a firmar Tratados Desiguales, abriendo varios puertos al comercio exterior y entregándole Hong Kong a Gran Bretaña.
Tras estas guerras, a la vez que se comprobaba lo perjudicial del uso de la adormidera, todos los países comenzaron a prohibir su uso. Para fines medicinales se legisló en la Convención Única sobre Narcóticos de Naciones Unidas y otros tratados.
Como vemos, estamos ante una droga que ha sido aceptada socialmente hasta hace muy poco. Se sabe que Pedro el Grande, María Teresa de Austria, Goethe, Lord Byron, Walter Scott y Goya han sido consumidores habituales de esta sustancia y los fumaderos, algo así como clubs sociales estilo inglés donde se usaba esta droga, degeneraron en bares de mala muerte y luego desaparecieron.
El mayor exportador de opio y sus alcaloides (morfina, codeína, heroína y otros) lo tenemos en Afganistán, con 3/4 partes de la producción mundial. La economía Afgana depende de la ayuda internacional y del cultivo ilegal de opio. Se calcula que el negocio de la droga da trabajo a 2,3 millones de afganos (de una población de 29 millones de habitantes, de la cual hay más del 30% en el paro y más del 70% viviendo bajo el umbral de la pobreza) y genera el 60% del producto nacional bruto del país. Estamos, por tanto, en un narco-estado de hecho.
Se presenta un problema ¿cómo vas a un país hundido en la miseria no sólo por la guerra a explicar a personas analfabetas que tienen que destruir su mayor fuente de ingresos porque están prohibidos y los grupos terroristas se están financiando con esto (señores de la guerra)?
La solución la han encontrado en la legalización mediante el otorgamiento de licencias para producir, con fines medicinales, esta sustancia y comerciar con ella con el resto de países. Asimismo, se están pagando por cultivos para que se destinen a otra cosa, como campos de entrenamiento militares y zonas donde probar nuevas armas.
Yo no sé porqué algunos han clamado al cielo por esta medida, pues no tiene nada que ver la legalización de cultivos para la producción, con fines medicinales, con que se permita o no se permita EL CONSUMO y el tráfico ilegal.
En Afganistán tienen que vivir de algo y esto no tiene porque tener ninguna consecuencia nueva. En Afganistán ya hay miles de yonkis que consiguen la droga por unos céntimos y en España, por poner un ejemplo, hay también productores LEGALES de opio con fines medicinales y la heroína llega, más cara y de peor calidad, de Afganistán.
El consumo de heroína en Afganistán se ha duplicado en los últimos 5 años pero, tal y como señalan los propios consumidores en un informe de la ONU, comenzaron a drogarse como huida ante la penuria y crueldad de la guerra. En algunas áreas, los drogadictos dan opio a sus hijos para calmarlos, dijo el informe. Sin duda, el bajísimo precio de esta droga también debe favorecerlo.
Entonces, que será mejor ¿metemos más pobreza, penuria y crueldad o le creamos un mercado legal para que puedan salir adelante que provoque una disminución del comercio interno ilegal que a su vez tensione al alza los precios?