No llores por mí Argentina, mi alma está contigo.
ADVERTENCIA: Fanáticos Religiosos Favor No leer.
Como no podía ser de otra manera mi amiga Lucía, desempleada parroquial la Luchi, viene a casa e intenta romperme el cerebro una vez más.
Según ella si no hubiera religión, no existiría la homofóbia.
Los homofóbicos, según Luchi, nacen a partir del crecimiento de las sectas religiosas por lo que deduce que Adán y Eva no eran gay, ni bisexuales, ni trans, ni travestis y si lo eran, no sabían de la magnitud del bolonqui que armarían luego los inquisidores por semejante libertad de expresión sexual. Libre albedrío del deseo.
Una fuente oficial de esa época dejó escrito que Caín mató a Abel porque se disputaban el calor de una oveja. Otra más confiable dice que Abel fue asesinado por su hermano días después de una relación sexual entre ambos (de chiquito no vale). Mi amiguita Lucía se queda con esta última. ¡Que turra ¿no?!
Luego de darse cuenta de que había sido el descubridor de la homosexualidad, el fin de Abel era hacer público en su tribu que el amor se presentaba de diferentes maneras. Fue inútil.
Según una fuente de mi amiga Tukita, antes de matar a Abel, Caín confesó a su padre de la relación con su hermano, aunque otra fuente oficial cuenta que, eran medio hermanos ya que Eva, la supuesta madre, era una mujer muy indisciplinada sexualmente, una trola para el común de los descendientes de Jacob, pero esto no viene al caso ya que cualquiera puede ser cornudo. Sólo es cuestión de tiempo.
Los oídos alertas de Adán se confundieron ante semejante deschave y le pidió a su hijo Caín que le explicara de otra manera ya que las palabras del pibe eran turbias. Caín en su afán de no menospreciar al cornudo, o sea a Adán, se bajó los lienzos y le enseño a su dudoso padre el orificio por donde descubrió que no sólo se pueden ver las estrellas mirando al cielo.
Adán emergió de su furia y se acordó de la madre de la serpiente ya que esta, sólo le había enseñado que el amor se hacía con una manzana, si era verde smith mejor ya que la "roja", por tanta propaganda, era mal vista por el común de la muchedumbre. De esto se deduce que Eva y Adán ni se conocieron.
¡¡Fuí engañado por un bicho rastrero la puta madre!!... exclamada el primer hombre de la tierra entre sollozos y dando vueltas en circulos mirando al cielo hasta que el boludo se cayó a causa de un mareo. Caín seguía viendo las estrellas. Una mezcla de dolor y gozo sepultaban el afán de ser comprendido. Sus lienzos seguían bajos.
Adán, recaliente, pide a un sirviente, onda Bonelli, que busque a su supuesta esposa o cuncubina. El Bonelli aquel era un boludo que se llenó de guita cantando la lotería y mintiendo los verdaderos números que beneficiarían a los ganadores pobres de la tribu. Ese Bonelli murío atragantado por su propia lengua al ser descubierto por un notero de Duro de Abraham mientras enfriaba las bolas de la lotería o bingo del edén. El pobre Bonellito no pudo encontrar a Eva lógicamente, antes, la muerte había hecho justicia sin tocar el timbre.
Mientras Adán miraba entre sus piernas y se preguntaba para qué carajo servía esa cacho de carne en forma de serpentina, mandó llamar a Jasef Blanck, Lot Sylvestre, Cam der Kooy y Set Temembaum y a un eunuco pelado y medio tonto (en irish pelotudo) de una tribu vecina llamado Emoc Leuco hijo de Raquel Welch y Aser, que en Cordobé significa infeliz. Estos cinco giles (con guita) obnubilados por su obsecuencia and servilismo salieron rajando a buscar a Eva pero tampoco la encontraron. Murieron en el intento alcahuete de complacer a su amo aplastados por una manifestación de sodomitas en nombre de los chicos ricos tristes de Egipto, comandada por Vicky Donda de Matusalén.
Creo que las fuentes de Lucía y Tukita se fueron al carajo. En fin.
Todos los sirvientes de Adán murieron en el intento por encontrar a Eva, incluso todos los animales y sus repetidoras y algunos fantasmas que pasaban por ahí.
Caín repodrido de tener sus calzones por el sopi, indujo a su padre a exponerle por si mismo el método por el cual sintió la felicidad, sin antes explicarle que los nenes nacen de otra manera y por otro aujerito.
Para hacerla corta, Adán aprovechando la duda de no saber si era su verdadero padre, accedió al manifiesto de su hijo e inventó la pedofília y debutó a la vez. Después de fumarse una chalita, ambos fueron en busca del olvidado Abel y de la descarriada Eva.
Y caminaron 40 días y 39 noches, con desayuno incluído, hasta encontrar el cuerpo desgarrado y mutilado del pobre de Abel. Apenados, hicieron la denuncia en la comisaría de un taquero amigo con el fin de que las tribus no se enteraran de la homosexualidad de Abel. El juez de la causa Abel y ortos, se llevó un diego por encajonarla.
Según otra fuente oficial recontraconfiable, Abel murío feliz en los brazos de su amante Lamec Morales Solá, luego de tres noches de placer con cama incluída.
Y según otra fuente de mi amiga Tukita, Lamec Morales Solá, Adán y Caín, mientras contaban los peces del mar en bolas y contentos, en un acto de benevolencia por su patria y el bien de los que los domingos no tenían nada que hacer, fundaron lo que hoy conocemos como "la religión" y nombraron como mi primer papa o mama al amigo Sarah Castro, más conocido como Nelson El Reprimido, el primer auto homofóbico de la historia de la humanidad.
Nelson veía continuos fantasmas y se especializó más tarde en cuentos de terror, pero fracasó. Murió atravesado boca abajo.
Lamec Morales Solá, hermanastro de Felipe (QEPD), hombre residual si los hay, ganó un Labán de oro con su novela "El preferido de la embajada de Salem", un día lluvioso de un 4 de Julio de aquellos tiempos.
Nada se sabe aún del desafortunado Caín ni de su oveja preferida. Aunque muchos dicen ver su rostro reflejado en las estrellas en sus noches de jolgorio.
Luego de 118 años, viejito y en la soledad de una cueva cinco estrellas fuera del paraíso, Adán se preguntó... ¿Entonces quién carajo era el padre de Caín y de Abel?. Hasta ahora nadie se hizo cargo, quizás por temor a represalias de la santa sede.
Y según la última fuente de mi amiga Luchi, cuenta que todas las reencarnaciones de estos nefastos tipos aún siguen buscando a Eva. Pero nunca la encontrarán.
Muchos pibes de la calle dicen encontrarse con ella en los noche tristes del Gran Buenos Aires y que les cuenta cuentos con final feliz, otros que se esconde en los corazones de todos los desamparados de la Argentina y otros que su espíritu ronda en busca de paz por la franja de Gaza. Dicen. Yo no sé a quién creerle.
Sólo sé que Eva, también llamada Evita, vivirá por siempre y que mi fuente confiable en Olivos, llena de reencarnaciones benévolas y populares, me contó que en noches soleadas, los árboles florecidos de bondades inigualables, llevan tatuados en forma de corazón una leyenda que dice: "No llores por mí Argentina, mi alma está contigo... querida Kristina".
